Coincidiendo con el fin de mis vacaciones y con el encuentro del G7 en Biarritz el pasado 23 de agosto se selló un nuevo acuerdo internacional sobre sostenibilidad en el negocio de la moda, el denominado Fashion Pact.
Un acuerdo firmado por 32 potentes representantes de la industria de la moda, concretamente Inditex, Capri Holdings Limited, Carrefour, Chanel, Everybody & Everyone, Fashion3, Ferragamo, Fung Group, Galeries Lafayette, Gap, Giorgio Armani, H&M, Hermes, Karl Lagerfeld, Kering, La Redoute, Matchesfashion.com, Moncler, Nike, Nordstrom, Prada Group, Puma, PVH, Ralph Lauren, Ruyi, Selfridges Group, Stella McCartney, Tapestry , Zegna, Adidas, Bestseller y Burberry.
Después de leerlo las premisas son claras, dirigir al sector hacia la sostenibilidad coordinado a las empresas textiles y de lujo para que emprendan acciones y logren tres objetivos: (i) detener el cambio climático, (ii) la restauración de la biodiversidad, y (iii) el cuidado de los océanos. Coincidiendo dichas pautas con la iniciativa Science Based Target (SBT) con objetivos medibles científicamente y fijándose dentro de estos tres objetivos puntos concretos de trabajo para defender y potenciar la sostenibilidad medioambiental dentro de la industria de la moda.
Es importante saber que es una iniciativa conjunta para ayudar a frenar el deterioro del planeta donde las empresas firmantes se comprometen a tomar una serie de medidas para lograr unos objetivos cuantitativos. Es decir, estas empresas están asumiendo un compromiso voluntario con la intención de hacer reuniones periódicas y evaluar las acciones de las empresas, ya que tal y como se establece en el mismo Fashion Fact este no es vinculante.
En definitiva, el impacto medioambiental en la industria textil es fuerte, el sector lo sabe y han sido las propias empresas las que han decidido dar otro paso más a favor de la sostenibilidad fijando este nuevo acuerdo, que según he leído en varios artículos de prensa, y sin entrar a debate sobre ello, el motivo real de esta asociación de empresas radica entre avanzarse a las nuevas regulaciones que los gobiernos puedan fijar, para trabajar con ellos conjuntamente, para evadirse de críticas sociales o bien por existir una verdadera concienciación de la problemática medioambiental.
Pero de momento el Fashion Pact es una iniciativa conjunta en defensa del interés general del planeta a largo plazo, por lo que tendremos que esperar a que realmente los beneficios particulares queden atrás y se implementen las pautas de trabajo para cumplir los objetivos de sostenibilidad medioambiental en la industria textil a favor de un interés general.
Pompili